La inversión en ETF respaldado por oro, cobró bastante relevancia a comienzos del presente siglo para después bajar ligeramente en cuanto a demanda inversora. Sin embargo, sigue siendo, dentro de las materias primas, uno de los modelos de ETF más buscados.
Lógicamente esto tiene que ver con factores como el hecho de el respaldo del metal precioso, la posibilidad de negociación que los ETF van a brindar a las operativas, y la alternativa que supone esta inversión a la compra de oro físico, a la que muchos inversores renuncian por cuestiones como el almacenamiento de la seguridad.
En general se considera una inversión que formaría parte de la zona defensiva de la cartera de un inversor medio. No obstante, el invertir en fondos cotizados sobre oro no está exento de riesgo. Vamos a analizar algunos de los principales riesgos de este tipo de inversión.
Riesgo de mercado (cambio de valor)
Este es el riesgo primario inherente a la inversión en oro que, también deriva a la inversión a través de ETF.
El precio del oro, aunque no tiene una correlación directa con la evolución de mercado, mantiene sus propios patrones que en principio se basan en la oferta y la demanda. Esto puede hacer que el mercado, aun siendo defensivo, sea volátil lo cual afecta a las empresas que operan sobre oro, y el valor de sus acciones.
Y, con más razón aún, a los fondos que se respaldan de manera directa sobre oro físico.
Riesgo de activo
Aunque no es un riesgo tan inmediato como el de mercado, también hay que tener en cuenta el riesgo de clase de activo.
Esto se traduce en las modificaciones que el valor del oro pueda tener a partir de las leyes, las regulaciones, situaciones estratégicas o sociopolíticas que puedan afectar tanto al valor del oro físico como a las propias empresas de minería, o derivadas como las grandes empresas de joyería.
Todo esto puede generar un riesgo global de clase de activo que, si bien, no tiende a ser volátil como el riesgo de mercado, puede ser más profundo y de mayor duración.
Riesgo de cambio de divisa
Este es un riesgo que no sólo corren los cotizados en oro, ya que, de hecho, el riesgo de cambio de divisa está presente en muchas operativas a nivel internacional.
En este riesgo lo que hay que asumir es que los cambios de valor en las diferentes divisas pueden afectar en cualquier momento a una operación que, además, generalmente van a tener carácter internacional. Es importante por ello valorar la influencia que la modificación en el valor de las divisas puede llegar a tener sobre el ETF en oro que tengamos contratado.
Obviamente podríamos citar otros riesgos laterales o directos, como podrían ser los riesgos relacionados con las empresas sobre las que se realiza la inversión (cuando no se respalda en oro físico) o a mayor escala los riesgos sobre ilegalidades alrededor de la minería o las calidades del oro físico.