El mundo del inversor es complejo. A pesar de que todo el mundo puede invertir, existen numerosos productos de inversión muy diferentes entre sí y que, a su vez, diferencian a los inversores. Depósitos, acciones, fondos o divisas son algunos de los más conocidos , sin embargo, dentro de cada uno de ellos, hay multitud de variantes. Esto hace que el mercado de la inversión sea algo complejo. Para poder ser un inversor es necesario tener unos conocimientos previos o que, al menos, alguien de alrededor los tenga.
No obstante, el hecho de ser un mundo complejo o de tener una persona encargada de las finanzas personales, no exime de tener una cultura general sobre ello. Así, se debe saber en qué se diferencian los distintos vehículos de inversión y algunas estrategias y palabras que pueden hacer que se entienda mejor este mundo tan complejo. Una de esas palabras técnicas es ‘market timing‘.
¿Qué es el ‘market timing’?
El ‘market timing’ no es , ni más ni menos, que la sincronización del mercado. Algunos inversores, expertos en la materia, utilizan herramientas y métodos de predicción. Por ejemplo, indicadores técnicos o datos económicos. Según este tipo de inversores, hay determinados momentos a lo largo de un proceso de inversión en los que se da el momento idóneo para comprar y/o vender. A priori, puede resultar sencillo, pero es extremadamente complicado determinar cuáles son estos momentos. De hecho, este tipo de acción es más común en inversores técnicos.
Datos de la economía, corrientes de otros inversores y comparaciones con otros momentos pasados que pueden tener similitudes son algunas de las herramientas que utilizan para conseguir la máxima rentabilidad a través del ‘market timing’.
¿Es rentable el ‘timing marketing’?
Para contestar a esa pregunta, vamos a basarnos en un estudio publicado por los expertos de Morningstar. Publicado hace un año, se considera el primer estudio mundial sobre las rentabilidades de los inversores. ‘Mind the Gap 2017‘, como se conoce al estudio, mide la rentabilidad obtenida entre un inversor medio en un fondo y el impacto que han tenido sus acciones en los resultados.
Para ello, se ha calculado la rentabilidad en dólares del fondo, con el efecto de las salidas y entradas de efectivo en las compras/ventas, y el aumento del patrimonio. En el cuadro se puede ver un ‘gap’ o brecha que se refiere a la diferencia de rentabilidad en función de flujos y de tiempo. Esto permitirá saber si las acciones de los inversores han sido (o no) oportunistas.
El estudio utiliza la metodología de rentabilidades del inversor desarrollada por Morningstar para calcular la rentabilidad ponderada en dólares del fondo que incorpora el efecto de las entradas y salidas de efectivo de las compras y ventas de participaciones, así como el aumento del patrimonio del fondo. El “gap” o la brecha hace referencia a la diferencia entre las rentabilidades ponderados en función de los flujos y las rentabilidades ponderadas en función del tiempo, lo que refleja cómo de oportunistas han sido los inversores con sus inversiones. Estas diferencias de rentabilidad permiten saber cuándo los inversores no lo han bien o no.
«Durante el período de cinco años hasta el 31 de diciembre de 2016, el estudio muestra que las rentabilidades de los inversores a nivel mundial han variado respecto de las rentabilidades anunciadas por los fondos en un rango de -1,40% a 0,53% por ciento por año en términos medios», señalan desde Morningstar.
La conclusión del estudio es clara. Aquellos inversores que utilizaron herramientas sistemáticas han obtenido una mejor rentabilidad frente a los inversores que han optado por lo más común, comprar los fondos que más han subido y vender los que más han bajado.
Para el estudio se han tenido en cuenta los fondos de Australia, Canadá, Hong Kong, Luxemburgo, Singapur, Corea del Sur, Taiwán, Reino Unido y Estados Unidos. Además, se han tenido en cuenta los gastos totales, el riesgo, la desviación estándar y la antigüedad del gestor.
Se pueden ver diferencia claras. Por un lado, aportaciones a planes de ahorro de forma sistemática resultan clave para obtener rentabilidad positiva en inversores de Australia, Corea del Sur y Estados Unidos. No hay que olvidar que los planes de ahorro ofrecen inversiones automáticas y acceder a fondos de menor coste. Por eso, los fondos más baratos son los que ofrecen una mayor rentabilidad. Una tendencia cada vez más común en Luxemburgo y Estados Unidos.
Se puede ver el estudio completo aquí.