La sociedad gestora de este fondo es Lyxor International Asset Management y la entidad depositaria es Société Générale. El indicador de referencia es el índice Dow Jones Euro Stoxx 50, con reinversión de los dividendos netos.
El objetivo de inversión de este fondo cotizado es seguir la evolución del índice Dow Jones Euro Stoxx 50 minimizando al máximo el objetivo de seguimiento entre los resultados del fondo y los de su índice de referencia.
En cuanto a la estrategia de inversión, con el fin de lograr la correlación más elevada posible con los resultados del índice Dow Jones Euro Stoxx 50, el fondo recurrirá
a la compra de una cesta de acciones de los países de la zona euro y, con una limitación del 10 por 100 de su activo, a un contrato de cambio a plazo negociado en
un mercado OTC sobre acciones e índices que transforme la exposición a las acciones del activo del fondo en una exposición al índice. Las acciones del activo del fondo
serán principalmente acciones que compongan el índice Dow Jones Euro Stoxx 50, así como otras acciones de la zona euro, de todos los sectores económicos, que coticen en todos los mercados incluidos los mercados de pequeña capitalización.
En este fondo hay dos tipos de participaciones:
— Participaciones del tipo A, que están abiertas a todos los suscriptores. La duración mínima de la inversión recomendada
es superior a tres años.
— Participaciones del tipo B, que se reservan a los inversores institucionales cuya suscripción inicial mínima sea superior o igual a 50.000 participaciones. En cuanto a la comisión de gestión es de un 0,25 por 100 para las participaciones de tipo A y de un 0,20 por 100 para las participaciones de tipo B.
Así como el director de renta variable de Bolsas y Mercados Españoles y la responsable de calidad de mercado de la Sociedad de Bolsas, (Izaguirre y Alonso, 2006) predecían una muy buena acogida de los fondos de inversión cotizados en España antes de su lanzamiento al mercado, en mayo de 2006, que se ha cumplido, será preciso esperar a que el mercado madure un poco más para que tanto los inversores particulares como, especialmente, los inversores institucionales presten más atención a la inversión en estos productos financieros que quizás en un futuro no muy lejano se lleguen a entender en España como un producto complementario a los fondos de inversión tradicionales.