La mayoría de los mercados de materia prima tiene el acceso restringido y sólo pueden participar en él los operadores registrados. Además, las barreras de entrada suelen ser muy elevadas.
CFD significa Contract For Difference y básicamente consiste en un contrato que tiene como subyacente un activo negociado al contado. El emisor del CFD se compromete con el inversor a liquidar en efectivo la diferencia entre el precio del activo subyacente en el momento en el que se firma el acuerdo y el precio al que cotiza dicho activo cuando se cancela la posición.
Al contratar el CFD, el inversor aporta una garantía, que es un porcentaje de la operación y que se revisa a diario en base a la cotización del subyacente. La firma de inversión IG Markets ofrece contratos de CFD por una lista de 39 materias primas, que permiten ganar exposición a productos agrícolas, ganadería, metales industriales, metales preciosos, petróleo, combustibles e incluso emisiones de CO2.
La inversión mínima son 200 euros, que es la garantía establecida para el contrato financiero vinculado al crudo ligero de EE UU, el West Texas Intermediate. A partir de ahí, cada uno de los productos tiene una garantía específica. Al estar referenciados a futuros, los contratos tienen vencimientos mensuales. Llegado el momento, el inversor puede elegir entre liquidar el producto o hacer una renovación (roll-over) hacia el siguiente vencimiento.