Muchos inversores esperan con ansia la última declaración de política de la Reserva Federal, que saldrá el miércoles, ya que siguen muy preocupados por lo que vaya a pasar con la economía y los mercados, cuando la Fed finalmente vaya aligerando su programa de compra de activos.
Estas preocupaciones son ciertamente fundadas, ya que los datos económicos de EE.UU. continúan liados. La semana pasada, mientras que los informes sobre ventas de casas nuevas y los pedidos de bienes duraderos fueron sólidos, un importante indicador adelantado – el Índice de Actividad Nacional de la Fed de Chicago (CFNAI) – mostró más debilidad de lo esperado y fue negativo por cuarto mes consecutivo.
De hecho, el CFNAI, una métrica que ha hecho históricamente un buen trabajo de previsión del crecimiento futuro, sugirió que el crecimiento de EE.UU., después de un primer trimestre débil y lo que parece ser un segundo trimestre aún más débil, ha tenido un comienzo lento en el tercer trimestre, y por lo tanto, las estimaciones de ganancias corporativas para el tercer y cuarto trimestres pueden necesitar ser reconsiderados.
Sin embargo, mientras que la rebaja de los ingresos asociados con el decepcionante crecimiento de EE.UU. siguen siendo un riesgo para las acciones de Estados Unidos, los eventos del mercado de la semana pasada – en particular en Europa y Japón – proporcionan noticias de mejora para el crecimiento global.
- Europa: Los últimos datos del mercado laboral de España y los datos empresariales de Alemania sugirieron que la región se está estabilizando. De continuar esta tendencia, significaría que la Europa continental, que representa aproximadamente una quinta parte del producto interno bruto mundial, dejará de ser un lastre para la economía global.
- Japón: La semana pasada, Japón informó de que tiene inflación moderada, una buena señal de que los esfuerzos de estímulo económico por parte del gobierno japonés y el Banco de Japón empiezan a funcionar. Un crecimiento más rápido en Japón tendría un impacto real en la economía mundial, ya que Japón es la tercera economía más grande del mundo.
Además, los esfuerzos extraordinarios del Banco de Japón deberían ayudar a mitigar la pérdida potencial de la liquidez monetaria que podría suceder si, y cuando, la Fed abandone la compra de bonos. El Banco de Japón está comprando bonos por valor de ¥ 7.000.000.000.000 al mes. Para poder entender esa cifra, en relación al tamaño de la economía japonesa, estas compras son aproximadamente tres veces el tamaño de las compras mensuales de la Reserva Federal. Además, mientras que la Fed disminuirá lentamente la compra de bonos en los próximos meses, el Banco de Japón ha anunciado que tiene intención de mantener su programa de compra de bonos durante otros dos años por lo menos.