Hace unos meses, las noticias sobre los fondos de inversión que tenían como aval a jugadores de fútbol eran constantes. Como sabemos, muchos de estos profesionales, tienen un valor muy alto, y ya no digamos si hablamos del «valor de marca». Para entendernos, los jugadores son como instrumentos financieros, que pueden hacer ganar mucho dinero a quien los posee. Y parece que no es una práctica poco común, ya que según KPMG hay más de 1.000 futbolistas en esta situación, que mueven muchísimos millones.
Durante los meses de «mercado» de fútbol, se han movido más de 100 millones solamente en los equipos de la Liga de Fútbol española. Sus tácticas no son solo aceptar como aval a algunos jugadores, también puede decidir su salario e incluso financiación los propios fichajes. Debido a la creciente deuda que han tenido muchos clubs de fútbol, los fondos de este tipo han ido en aumento, aunque parece que no llegarán muy lejos.
¿Cómo funcionan estos fondos?
El funcionamiento de estos fondos de inversión es muy sencillo. Si hay un club que no tiene dinero para un fichaje, lo que hace es acudir a un fondo que se lo financie. Pero como en todo, hay que ofrecer algo a cambio. El precio a pagar será un porcentaje de los derechos. Si se ficha a un jugador durante varias temporadas, y se convierte en uno de los mejores del equipo y se revaloriza, el mismo club se reparte las plusvalías con el fondo de inversión.
Por ejemplo, el Doyen Sports prestó dinero al Atlético de Madrid, financiando cerca de 20 millones de lo que costaba Radamel Falcao. Se devolvería durante 10 años, con un interés del 10%, sin duda un negocio redondo. Los bancos no aceptan este tipo de fondos, por lo que son empresas externas. En Inglaterra, esta práctica está prohibida, y parece que Europa lleva el mismo camino, después de la negativa por parte de los principales organizadores de los torneos, FIFA y UEFA. Hace poco, sus dirigentes anunciaron que tomarían medidas para que estas prácticas se terminen.