Un Exchange Trade Fund es un fondo cotizado y es precisamente eso lo que los distingue de los fondos tradicionales. Los ETF son fondos que replican un índice, permitiendo al inversor diversificar su cartera con unos costes muy bajos. Aunque aún no son tan comunes en España como en otros países, lo cierto es que cada vez son más los que deciden invertir en este tipo de productos cuyo funcionamiento está a medio camino entre las acciones y los fondos tradicionales.
Un fondo cotizado o ETF puede ser una manera muy eficiente de invertir en el mercado de valores. Un índice de un determinada ETF genera muy pocas ganancias en el camino del capital de inversión, lo que le permite mantener su dinero e invertirlo de una forma más sabia. La comprensión de los beneficios y la implicación fiscal de un ETF son de las mejores maneras de mantener la cuenta de impuestos en un nivel bajo.
Tributación de los ETFs
La principal desventaja que tienen los ETFs, y diferencia respecto a la tributación de los fondos tradicionales, es que los inversores no pueden cambiar de uno a otro ETF sin tributar antes, como ocurre con los fondos tradicionales. Esto quiere decir que los ETFs cotizan igual que si fueran acciones.
Todos aquellos inversores que obtengan ganancias con la venta de un producto ETF tendrán que declararlas como plusvalías de ganancia patrimonial a la hora de hacer la declaración de la renta. Esto es independiente de si ese dinero se ha destinado a invertir en otro ETF. Además, igual que ocurre con las acciones, no se produce retención por parte de Hacienda cuando hay beneficio. Esta tributación será a través de los tramos del ahorro.
Todos aquellos inversores que hayan obtenido beneficios por la inversión en ETF, tanto en el año 2016 como 2017, tendrán que declararlo. Esta cantidad se incluirá en las ganancias del ahorro, y los tramos son:
- Hasta 6.000, 19%
- Entre 6.000 y 24.000 euros, 21%
- Más de 24.000 euros, 23%
Sin embargo, no hay que olvidar que estas ganancias patrimoniales también pueden compensar las pérdidas, y la ganancia de un ETF reduciría dicha deuda. Esta compensación se puede hacer durante los tres años siguientes a la pérdida. Sin embargo, la compensación de ganancias/pérdidas patrimoniales y rendimientos de capital mobiliario ( como dividendos) solo compensan un 15% de las pérdidas de 2016. En cambio, en 2017 subirá al 20% y en 2018 al 25%.
Una vez se vendan las acciones de un ETF a un precio mayor del que se pagó al adquirirlas se incurre en una ganancia de capital. Si las acciones de los ETF se llevan a cabo dentro de una cuenta personal, se tiene que pagar impuestos sobre las ganancias de capital en esas acciones.
Si las acciones de los ETF se manejaron por más de un año antes de venderlas también se paga impuestos a largo plazo con una baja tasa de ganancias de capital. Si, por el contrario, fueron gestionadas por menos de un año, se paga los impuestos con una tasa alta de ganancias de capital a un corto plazo. Es una buena idea tener una copia de cada confirmación de compra de ETF, ya que esta documentación hace que sea más fácil el cálculo de las ganancias de capital cuando se venden las acciones.
¿ Cómo funcionan los impuestos en los ETFs?
A pesar de que los fondos negociados en bolsa, especialmente los ETF indexados, son muy eficientes en cuanto a impuestos se refiere, estos podrían generar una pequeña cantidad de renta a través de dividendos y otros pagos. Es una buena idea observar sus estados de cuenta mensuales para ver cuánto de los ETF están generando ganancias financieras.
Si sólo se tiene una pequeña cantidad de ingresos en los ETF, probablemente no habrá mucha diferencia cuando se presente la declaración de impuestos. Pero si se tiene un número significativo de acciones en cualquiera de las ETF que se gestiona, las ganancias de esas acciones podrían afectar a la factura de impuestos al final del año.
Si se ha invertido en ETFs es una buena idea mantener una estrecha vigilancia sobre los estados de cuenta mensuales que recibe de su corredor de bolsa. Estos estados de cuenta mensuales muestran las ganancias de capital, dividendos y otros ingresos que ha recibido en sus inversiones en ETF anualmente.
Estas cifras son muy valiosas a la hora de hacer cualquier planificación fiscal por adelantado. La firma del corredor de bolsa no retiene impuestos al recibir pagos a través de las ganancias de capital o dividendos. Sin embargo, es importante hacer un seguimiento de los impuestos que se podría deberle. La ejecución y el manejo de los números con un contador, o por cuenta propia (a través de un software de calidad que gestione impuestos) permite planificar el futuro del capital y poner un poco de dinero para pagar los impuestos adeudados.
Impuestos y ETF…