El mundo financiero está sujeto a cambios diarios. Hay miles de vehículos de inversión con características muy similares o totalmente opuestas. Conocer todos ellos es casi imposible, sin embargo, es importante tener unos conocimientos básicos sobre los tipos de vehículos de inversión más comunes en la actualidad.
A continuación, se explicarán cinco tipos de inversiones colectivas. Los fondos de inversión mobiliaria, más conocidos como Exchange Trade Funds, son los más comunes entre los inversores, tanto los principiantes como los más experimentados. Existe una gran variedad de ETF que se dirigen a todo tipo de perfiles de inversión.
Exchange Trade Funds
Los ETFs son los fondos de inversión colectiva más conocidos. SU funcionamiento es un híbrido entre los fondos de inversión tradicionales y las acciones. Se negocia en la bolsa como si se tratase de acciones, sin embargo, su rentabilidad va en función de la rentabilidad del índice al que replica. Los rendimientos no varían mucho de los que obtiene el índice. Hay muchos tipos de ETFs orientados a todo tipo de inversores.
Si quiere saber más sobre la tributación de este instrumento de inversión le aconsejamos que lea este artículo sobre tributación de ETFs.
Su características son la liquidez, transparencia y comisiones reducidas.
Sociedades de inversión mobiliaria
Las sociedades de inversión mobiliaria son más conocidas como SICAV. Son sociedades anónimas de las que , generalmente, forman parte grandes patrimonios. Se negocian en el mercado bursátil y funcionan igual que los fondos. La gran ventaja de las SICAV es su tributación. El dinero invertido en una SICAV tributa al 1%, cuando se saca se produce el pago correspondiente a Hacienda. Sin embargo, solo se tributa a partir de una cantidad. Por eso, es un producto que está en el punto de mira por ser un vehículo destinado a la evasión fiscal.
Las SICAV están formadas por 100 accionistas y se requiere un capital social de más de 2 millones de euros.
Fondos de inversión inmobiliaria
Como su propio nombre indica, los fondos de inversión inmobiliaria son un tipo de inversión colectiva que invierte en inmuebles. Estos inmuebles pueden ser edificios en construcción, bloques de viviendas, residencias de estudiantes, etc. El objetivo es sacarles rentabilidad en forma de alquiler. Esto significa que la rentabilidad se obtiene de dos fuentes, una de sus principales ventajas. Por un lado, del alquiler de los inmuebles, y por otro, de la variación de precios de los inmuebles. En cambio, es un tipo de inversión con poca liquidez y a largo plazo. Este tipo de productos, al contrario que los mobiliarios, permiten el reembolso una vez al año y el valor liquidativo se calcula de forma mensual. No obstante, estas características pueden variar dependiendo del fondo. Actualmente, existen algunos que permiten el reembolso cada mes o cada varios meses.
Este tipo de inversiones suele tener comisiones altas que se van reduciendo conforme pasan los años. Por ello son inversiones a largo plazo.
Fondos de inversión libre
Los fondos de inversión libre también son muy conocidos en el mundo financiero, aunque se denominan ‘hedge fund’. Pueden invertir en todo tipo de activos financieros, según consideren los inversores, y se pueden endeudar hasta cinco veces. La inversión mínima es de 50.000 euros y están dirigidos a inversores expertos. Se caracterizan por ser poco líquidos, en ocasiones el inversor tiene permanencia. Aunque depende de los activos en los que inviertan, son productos de riesgo, tanto por la baja liquidez como por la suscripción y reembolso que se hace cada varios meses.
Fondos de fondos de inversión libre
Este tipo de fondos invierten en otros ‘hedge funds’ y no en valores concretos. Por ello, su riesgo es mayor. Sin embargo, puede ser más o menos alto en función del riesgo del ‘hedge fund’ al que replican. A mayor diversificación existe un menor riesgo. El resto de características son similares a las de ‘hedge funds’ simples. Son gestionados por gestoras especializadas.
Fuente: CNMV