Parece ser que desde que se desencadeno esta crisis económica los ETFs han pasado al frente y son cada vez más populares. Ya no solo para inversores profesionales, sino que también son más los particulares que invierten a través de este producto.
En la última década los ETFs han multiplicado por 15 su volumen, y podemos decir que este gran éxito se debe a que en los últimos años han pasado de centrarse casi exclusivamente en índices de renta variable a abarcar todo tipo de activos, desde la renta fija a las materias primas, pasando por los mercados emergentes, monedas y hasta fondos hedge.
En 2008, sólo en Europa los Fondos Cotizados han ganado 53.000 millones de euros mientras los fondos tradicionales han perdido cinco veces esa cantidad. Los ETFs tienen la ventaja de brindar a los inversores una exposición en mercados al menor costo posible y con la mayor liquidez.
En Europa ya cotizan en total 701 fondos cotizados, y en estos meses los más demandados han sido los referenciados a la renta fija, el oro y los mercados emergentes. También existen los ETFs leveraged, es decir, apalancados hasta en dos o tres veces su nominal, y los inversos que permiten abrir posiciones bajistas. Ambos han llegado a acumular 30.000 millones de dólares en los dos últimos años y representan ya el 40% del volumen total en Estados Unidos.