Ben Bernanke, ex presidente e la Fed, ha bailado con la más fea: fue nombrado presidente de la Reserva Federal de los Estados Unidos de América en febrero de 2006, y sustituyó a su predecesor Alan Greenspan justo cuando la economía se colapsó.
Su mandato ha durado hasta el año 2014, así pues ha tenido que lidiar con todos los males de la economía: le ha tocado navegar en las aguas más bravas. Ahora le ha cedido en puesto de mando a su predecesora, pero, ¿Qué herencia nos deja Bernanke?
La respuesta en pocas la palabras es la siguiente: una economía alimentada por estímulos. La bolsa americana está en máximos históricos, sí, y el desempleo se situa en el 6,7%, que no está del todo mal. De todas formas, en cuanto surge un solo rumor sobre la posibilidad de que se cierre el grifo, las cosas se revuelven en la economía americana, y gracias al efecto dominó, en la economía mundial.
Uno de los momentos históricos protagonizados por Bernanke puede se dió en septiembre de 2013, cuando sorprendió a todos los inversores y economistas del mundo anunciando que seguiría con el programa de estimulos hasta que el desempleo no bajara del 6,5%. Estas fueron sus palabras:
- “Teniendo en cuenta el calibre del ajuste fiscal llevado a cabo, el Comité considera que la mejora de la actividad económica y de las condiciones del mercado de trabajo quedan patentes desde que comenzó su programa de compra de activos hace un año, así como la creciente fortaleza subyacente de la economía en general. Sin embargo, el Comité ha decidido esperar más evidencia de que se mantendrá el progreso del crecimiento antes de ajustar el ritmo de su compra de activos”
Esto en castellano significa lo siguiente: “El Gobierno ha estado recortando el déficit a un ritmo endemoniado, dañando la economía y cargándose un montón de puestos de trabajo. A pesar de todo, las cosas van algo mejor, así que queremos asegurarnos de que las cosas van a seguir por la misma senda antes de parar la imprenta de billetes”
El mayor problema es que cada vez que los inversores presienten que se acerca el inicio del tappering, cuando se huelen que el grifo del dinero se va a cerrar, la rentabilidad de los bonos a 10 años sube, y eso es lo que está sucediendo desde mayo de 2013. Veremos cómo se maneja la nueva presidenta de la Fed; Janet Yellen.