Uno de los instrumentos de ahorro más comunes entre los españoles son los fondos de inversión garantizados. Junto con los depósitos son uno de los medios más contratados para rentabilizar nuestro dinero. Cada vez tienen más adeptos y los que que han invertido en ellos, suelen repetir. A pesar de la situación del mercado, y de las bajas rentabilidades ofrecidas, es posible encontrar fondos cotizados con buenas condiciones.
Los fondos garantizados tienen un funcionamiento sencillo, y cómo su nombre indica garantizan una parte de este fondo. Pueden garantizarlo de varias formas, que al fin y al cabo resultan lo mismo, como por ejemplo una cantidad concreta o una rentabilidad durante un determinado período de tiempo. A partir de aquí todo está en manos de las tipos de interés y pueden ocurrir tres situaciones:
- que la rentabilidad final sea igual a la garantizada
- que la rentabilidad final sea más alta que la garantizada
- que la rentabilidad final sea más baja que la garantizada
Es las 3 situaciones el inversor va a salir ganado. Ya que en caso de ser más alta, obtendrá una rentabilidad más alta que la que inicialmente contrató, y si la rentabilidad final resulta ser más baja, la entidad financiera emisora del fondo dará al inversor la rentabilidad pactada anteriormente. Es decir, los fondos garantizados son prácticamente como los depósitos, siempre sabemos lo que vamos a ganar como mínimo, aunque es posible obtener algo más.
Cómo podemos ver, está exento de riesgo, aunque como es habitual los inversores tienen que cumplir unas condiciones. En este caso, deben llegar hasta el vencimiento del fondo, y no está permitido sacar el dinero antes, si ocurre tendrán que pagar una alta rentabilidad. Además los inversores tendrán que estar atentos al período de suscripción, ya que fuera de este no tendrán las mismas condiciones.
Por último, destacar una igualdad más con los fondos de inversión. Las comisiones de gestión y de depósito también se cobran. Como podemos ver, los fondos de inversión garantizados son sin duda una buena opción cuando el mercado prevé una subida de los tipos de interés, ya que el beneficio será mayor. En caso de que la situación del mercado sea la contraria, quizás sean mejor opción los fondos tradicionales.