En algunas oportunidades, es común escuchar a algún inversor minorista que recibió de algún operador o inversor más avezado la recomendación de comprar oro. Pero a partir de allí, el gran interrogante: ¿Como comprar oro?
Y las opciones son varias. Lo primero que se nos viene a la cabeza es comprar lingotes o las más pequeñas planchas de oro. También podemos acudir a alguna joyería o incluso adquirir oro acuñado en monedas. Todo esto tiene algo en común, y son los problemas que puede ocasionar. El primero es que debemos poseer un lugar seguro donde almacenarlo, teniendo en cuenta que se trata de un metal pesado. Otro inconveniente es que estos instrumentos no poseen adecuada liquidez, por lo que el inversor debe lidiar con altas brechas entre los precios de compra y de venta, a lo que se suma que no es fácil conseguir un comprador cuando se desea vender el oro físico.
¿Entonces que hacemos? Actualmente, las finanzas modernas le están haciendo las cosas más fáciles al inversor minorista. Si, adivinó, se puede invertir en oro a través de un fondo cotizado o ETF, que es el tema principal de nuestro blog. Ya conocemos los beneficios de los ETFs, entre los que encontramos transparencia, bajo costo, seguridad, liquidez y simplicidad.
De hecho, quien está invirtiendo en oro bajo esta forma mucho más simple que las tradicionales, estará comprando un activo financiero que replica con bastante presición la evolución de la onza troy en el mercado de Londres. Su precio, de esta forma, evoluciona ni más ni menos (con variaciones mínimas) como el valor del lingote.
Algunas opciones para invertir en ETFs que repliquen el precio del oro son:
En fin, no necesita comprar ni un lingote, ni una moneda ni una barra de oro. Tan solo un ETF.
