El rating de Estados Unidos fue devaluado por primera vez en la historia en 2011, y aunque el país americano sigue recortando gastos, el déficit crece cada vez más. ¿Necesitan austeridad los Estados Unidos?
Los Estados Unidos de América se ven impotentes ante la imparable subida de su déficit, que por otra parte, es la que mantiene en marcha la economía del país y la que permite que se genere empleo. Pero los problemas cada vez son más evidentes, y por más que recorte el Gobierno, la deuda no para de crecer.
Bien, si se tratase de una familia de a pie, no sería comprensible que ante una situación en la que los gastos superan a los ingresos en 1.650 dólares y donde ya se tiene una deuda acumulada de 14.271 dólares, se ahorren tan solo 38,5 dólares, ¿Verdad?
Bien, ante este escenario, que también hemos vivido en España, la receta impuesta por Angela Merkel fue la austeridad, y aunque aquí la deuda sigue creciendo sin freno, parece que algunos de los problemas se están solucionando, a pesar de que muchas de las soluciones se reducen a que los ciudadanos se han acostumbrado a vivir en una situación de crisis.
Desde que empezó la crisis y hasta ahora, los Estados Unidos de América han sido el motor de la economía mundial (con permiso de China), y han tirado del carro mientras los demás países europeos hemos intentado con mayor o menor éxito poner en orden los problemas domésticos. El problema de todo esto ha sido que la deuda de los Estados Unidos se ha disparado, y ya ha dado más de un susto, como cuando el Gobierno Federal cerró sus puertas y estuvo a un paso del default.
Las 3 opciones
La cuestión ahora es que receta aplicarle al gigante de la economía occidental sin que todos nos contagiemos de su enfermedad. Lo más conveniente, aunque suene a locura, es que los Estados Unidos encontrasen otra burbuja económica que les hiciese salir del atolladero. En este artículo explicamos en profundidad esta opción:
Otra de las opciones es seguir con los estímulos económicos hasta que la economía sea capaz de andar por su propio pie. Esto es lo que se lleva intentado desde que comenzó la crisis en 2008, pero parece que la economía no termina de arrancar.
La última, es la de recortar drásticamente el gasto, penalizando con una subida de impuestos la riqueza de los estadounidenses y forzar el país a comenzar su particular andadura por el desierto como ya hizo España. En esta infografía se muestran todas los argumentos que apoyan esta última teoría.