VENTAJAS:
Los ETFs aúnan las ventajas de la inversión en acciones (sencillez, liquidez, cotización continua en la Bolsa) con las de los fondos indexados tradicionales (diversificación, exposición a un sector o país con un único producto). De esta forma, permiten: Beneficiarse de la evolución de los mercados de Renta Variable en cualquier horizonte temporal de inversión. Acceder a un amplio abanico de acciones mediante un único producto que cotiza de forma continua durante las horas de mercado. Diversificar su cartera sin necesidad de utilizar varios activos, reduciendo el riesgo y el coste de la misma.
1. Sencillez:
Cada ETF sigue paso a paso la evolución del índice bursátil sobre el que está emitido.
Ejemplo: Si el índice IBEX 35® se aprecia un +3%, el Lyxor ETF IBEX 35® se apreciará aproximadamente un +3%. De igual forma, si el índice IBEX 35® baja un -3%, el valor del Lyxor ETF IBEX 35® bajará aproximadamente un -3%.
2. Rentabilidad y Transparencia:
Los ETFs le permiten aprovechar, mediante una sola operación, los movimientos de un índice (es decir, los movimientos de todas las acciones o activos que componen el índice), con el mismo coste de transacción que supone negociar una acción española, y con independencia de cuál sea la exposición geográfica del índice. Su cotización se puede seguir fácilmente: para los índices de acciones, los ETFs representan una fracción (normalmente 1/100) del nivel del índice en euros.
Ejemplo: Si el IBEX 35® está cotizando en los 15.000 puntos, deberá invertir alrededor de 150 euros* por cada participación del ETF que replique ese índice
*Nota: El precio del ETF puede incluir el dividendo y las comisiones de gestión.
3. Flexibilidad en la negociación:
A diferencia de lo que sucede con un Fondo de Inversión tradicional, los ETFs se negocian en la Bolsa de forma continua, igual que una acción. Por lo tanto, con los ETFs puede aprovechar cualquier oportunidad de compra o de venta que se produzca en el índice de referencia durante la sesión bursátil. No existe una cantidad mínima de negociación. Cada inversor decide el importe a invertir partiendo de un efectivo reducido (compra-venta de participaciones). El procedimiento para su contratación es el mismo que el de una acción: identificar el ETF por su nombre, código de Bolsa o código ISIN, y pasar la orden a través de un intermediario financiero, bien por internet, o bien por teléfono.
4. Liquidez:
Los ETFs están sujetos a estrictas normas que garantizan su liquidez. Varias entidades financieras se comprometen a estar presentes en mercado a lo largo de la sesión bursátil a través de un contrato de liquidez realizado con la Bolsa, con una horquilla o diferencial de precios reducida y una cantidad mínima prefijada. Estas entidades son independientes de la sociedad gestora. De esta forma, en todo momento durante la sesión bursátil encontrará precios de compra y de venta con horquillas muy reducidas para todos los ETFs. Podrá negociar con total seguridad sumas importantes de hasta varios millones de euros.
5. Costes reducidos:
La diferencia de lo que sucede con un fondo de inversión tradicional, los ETFs no conllevan costes ni de entrada ni de salida en su negociación en Bolsa. Las comisiones de gestión anuales son reducidas y la determina el operador. Al igual que sucede con la compra-venta de acciones, su intermediario le cobrará una comisión de corretaje y unos derechos de custodia por la negociación de ETFs.