Los primeros ETF empezaron a comercializarse en EEUU a principio de los años 90, fueron diseñados con el fin de replicar un índice de mercado grande mediante capitalización bursátil. Estos íncides estaban regulados por la SEC, que obligaba a que los en los EFT se consideraran todos los títulos y en la misma proporción que en el índice de referencia.
Hacia 1996 aparecieron ETF organizados como sociedad de inversión que permitían al gestor formar cestas de subconjuntos de activos que formaban el incide de mercado.
De esta forma las dificultades de replicar grandes índices de mercado, compuestos por gran cantidad de activos, muchos de ellos de baja liquidez.
Así, en los primeros ETF, los gestores debían replicar el índice mediante el método de replica física y la técnica de replica completa. Con la aparición de los segundos ETF, los gestores podían replicar el índice por replica física, con la aplicación de la técnica de muestreo estratificado u optimización.
Los ETF empezaron a comercializarse en Europa entorno al año 2000 bajo la supervisión de la Directiva UCITS, tras ver el éxito de los comercializados en EEUU.
En Europa actualmente existen dos métodos de replica de índices, el método de replica física utilizando la técnica de replica completa y un método de réplica sintética.
El primero es una importación de EEUU del entorno de Gestión de activos (Asset management) y el segundo de la banca de inversión europea.