La industria del gas natural seguirá creciendo a lo largo de los próximos años pero no todo es oro lo que reluce. Decimos esto porque hasta hace unos años el gas natural estaba considerado como uno de los combustibles fósiles más adecuados, limpios y principales del mercado. Tomando como fuente de referencia información de la Aseguradora Coface, esta industria quiere que el gas natural siga presente en nuestras vidas puesto que está en pleno auge por la demanda y la productividad pero con un futuro un tanto incierto. Esto es así por la aparición de las fuentes renovables.
¿Cómo funciona el gas natural?
El gas natural tiene la capacidad de producir energía en el mundo gracias a su enorme versatilidad y la cualidad de contaminar menos que otras fuentes de energía. De hecho, según los datos con los que contamos, nos encontramos ante un crecimiento que tiene su origen desde el 2006. Desde entonces, el consumo no ha dejado de subir, en 2017 el radio del crecimiento era del 3%. Esto no queda aquí porque se estima que en el 2023 el crecimiento será más evidente y la demanda será total en China y Asia.
En estos países asiáticos, la producción aumentará de esta manera porque están interesados en seguir una política denominada “Cielo Azul”. Esta política consiste en marcarse unos objetivos muy específicos para mejorar la calidad del aire y cambiar la producción del carbón por el gas natural. Este cambio obligado viene por la necesidad de emitir menos elementos contaminantes al medio ambiente. Se ha demostrado que el gas natural ofrece un 40% menos de dióxido de carbono, óxidos de nitrógenos y partículas en suspensión que lo proporcionado por el carbón.
También nos gustaría recalcar que el gas natural es la fuente de energía que se emplea en mayor número de ocasiones para complementar a las energías renovables. Esto sucede cuando, por ejemplo, los paneles solares o los parques con fuentes eólicas necesitan mayor rapidez y precisión en sus reservas.
Otra de sus funciones es facilitar el trabajo en la fabricación industrial en procesos petroquímicos. Como puedes estar comprobando, su utilidad es de materia prima y representa casi un 30 % de todos los combustibles fósiles usados para esta industria junto a sus correspondientes líquidos en combinación.
La posible aparición de las fuentes renovables
El gas natural emite menos partículas que otros fósiles, como el carbón o el petróleo, pero no está exento de otra problemática muy importante. Este problema hace referencia al aumento del calentamiento global, dado que la cantidad de gases de efecto invernadero que emite el gas natural no son de subestimar. Además, también se suele extraer el gas de esquisito y eso necesita grandes cantidades de agua, así como la inyección de químicos en el terreno para fragmentar la roca.
Esta tecnología perjudica las aguas superficiales y el agua potable puede convertirse en una amenaza para las comunidades rurales. Así pues, es de esperar que las energías renovables continúen su auge y superen pronto al gas natural en crecimiento. Podrán ser más fáciles de adquirir y mucho más económicas para generar la producción de energía.
Un futuro incierto
No sabemos qué sucederá en el futuro, si el gas natural conseguirá reinventarse en un contexto más respetuoso con el medio ambiente, o si finalmente las energías renovables serán el futuro más cercano. Lo que ha quedado totalmente claro en este artículo es la importancia de nuevas formas de producir energía que se están empezando a abrir camino.