Durante estos últimos años, todos los mercados han dado un giro importante. Tras la crisis, los productos estrella han pasado a ser otros, y los inversores han cambiado totalmente sus carteras. Tipos de intereses bajos, mercados emergentes en auge, depósitos por los suelos, empresas en quiebra, y un largo etcétera de situaciones buenas y malas que han desconcertado a más de uno.
Son los inversores los que buscan rendimientos crecientes, algo que en estos últimos años, les ha obligado en parte a soportar algo más de riesgo, aunque sean conservadores. Un claro ejemplo, los títulos de deuda en los mercados emergentes, o con fondos negociados de bonos y así conseguir esa rentabilidad que tienen en mente.
Pongamos algunos ejemplos, como JP Morgan Emerging Markets Bond ETF (EMB) que atrajeron a 857.6 millones de dólares en entradas netas o por ejemplo PowerShares Emerging Markets Sovereign Debt Portfolio (PCY) que aumentan en 142,2 millones de dólares. También podemos destacar Vanguard Emerging Markets Government Bond ETF (VWOB) que han crecido en unos 124,7 millones dólares en entradas, según ETF.com
Los inversores actualmente están canalizando sus inversiones hacia fondos en busca de mayores rendimientos. Por ejemplo, EMB tiene un 4,78% de rendimiento solo en el último mes; PCY tiene un 6,07% y VWOB tiene un 4,59%. Por otro lado, el bono del Tesoro a 10 años, un producto de referencia , ofrece unos rendimientos del 2,38%.
Fondos de pensiones y compañías de seguros, habitualmente conservadores, también han visto en los mercados emergentes un rendimiento atractivo, con la intención, entre otras cosas, equilibrar los productos por bajo rendimiento.
Sin embargo, hay que tener en cuenta que los rendimientos de los bonos de mercados emergentes no están exentos de riesgos. Por ejemplo, ante una subida de tipos de interés de la FED, que como muy pronto se produciría pasado el verano, se podría producir una gran salida de activos de estos mercados emergentes a favor de mejores rendimientos en los EE.UU.
Es importante consultar con un experto este tipo de inversiones, y sobre todo estar atento con los posibles cambios que puedan alterar estos buenos rendimientos. La diversificación de la cartera es importante, por lo que hay que tener vehículos de inversión con diferentes niveles de riesgo.