Actualmente, concretamente en España, los sueldos son bastante bajos. Si antes era difícil ahorrar un poco cada mes, en vistas, por ejemplo, a la jubilación, ahora lo es un poco más. Un joven que acaba de terminar la carrera y cobra unos 600 euros mensuales (con suerte) no puede permitirse dedicar una cantidad para tan a largo plazo.
En estos tiempos, la edad de comenzar con una plan de pensiones, se ha trasladado a los 30-35 años, con suerte. Si lo calculamos, una persona por ejemplo que ahorra unos 1.000 euros al año, y empieza a hacerlo con 22 años, si lo mete en un fondo de pensiones al 8%, en el momento de jubilarse tendía unos 250.000 euros. Pero, ¿quién ahorra para su jubilación con 22 años? Por eso una de las alternativas de inversión, son los ETFs. Esta es una fuente de ingresos, de ingresos pasivos concretamente. La inversión en ETFs, además de ser segura, supone una diversificación automática de la cartera.
Como sabemos un ETF esta formado por una cesta de valores, y este dará una rentabilidad en función de todos ellos, no de uno solo como ocurre por ejemplo con las acciones. Los ETFs han ido ganando muchos inversores durante los últimos años, y ha sido, entre otras, por esta característica, que supone el seguimiento de un índice concreto o cesta de valores.
Además otra de las ventajas de los ETFs es su tributación en el caso de España. Las cuentas que tenemos que dar a Hacienda sobre los ETFs son similares a las de las acciones habituales. Habrá que tributar por los beneficios al 21, 25 o 27% dependiendo de la cantidad, y el paso de un ETF a otro estará penalizado, no como en los fondos de inversión habituales.
Diversificación, clave del éxito
Otra de las ventajas que supone contratar un ETF para el ahorro, es la diversificación, pero en un mercado concreto. Por ejemplo, si queremos invertir en el mundo tecnológico o en el sector de la construcción, invertiremos en un ETF cuya cesta lo conformen acciones de las empresas de construcción. Esto supone una gran tranquilidad, ya que la bajada de una empresa, podría compensarse con la subida de otra. La mayoría de los inversores que querían diversificar su cartera, tenían que adquirir, por ejemplo, acciones, debían de invertir una pequeña cantidad en cada una de ellas, y salía más costoso. En el caso de los ETFs, lo adquirirá todo directamente.
Sin duda una buena forma, fiable y segura, de comenzar a invertir los ahorros, con vistas al futuro, y no tener que contratar un plan de pensiones u otro medio de inversión que me obligue a destinar una cantidad concreta al mes.
Fotografía: shutterstock
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